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Testimonio del Diezmo
Hola, soy el Rev. Ortiz y este es el estudio: Testimonio del Diezmo.
Algunos de ustedes han comentado de cómo Dios ha suplido sus necesidades
financieras cuando diezman de sus ingresos. Sus testimonios también incluyen las luchas
financieras que han sufrido cuando no diezman. Terminan por preguntarme, "¿Cómo puedes
explicar las bendiciones que he recibido a través del diezmo?"
Quiero comenzar dando las gracias a todos los que han expresado interés en
mis lecciones de no-diezmar. Su opinión es muy valiosa para mí. Si no fuera por sus comentarios yo nunca
habría preparado estudios como este. En
agradecimiento les daré mi testimonio sobre el diezmo. Pero antes, contestaré su pregunta. Así que veamos por qué el diezmo en efectivo aparentemente funciona.
En pocas palabras, la Biblia dice: “Dad,
y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro
regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir."
Esta escritura no se limita a un
porcentaje de su ingreso. Así que cuando
usted da, independientemente de la medida, la promesa de Dios entra en vigor. Por tanto, lo que podría parecer estar
relacionado con el diezmo es en realidad el cumplimiento de la promesa de Jesús
en Lucas 6:38.
Además de esto, debo mencionar que la mayoría de diezmos no resultan para bien. El hecho de que algunas personas estén
testificando de cómo milagrosamente
lograron pagar sus cuentas después de diezmar indica que el diezmar dinero
es una carga; porque si no fuera una carga nadie testificaría de él. Nadie testifica de cosas comunes del diario
vivir. Las personas testifican después de luchar con una
enfermedad o con problemas matrimoniales, o (como en el caso del diezmo)
después de sufrir con cargas financieras.
Los ministros amantes del dinero saben que el diezmar dinero
es una carga, [1ra de Tesalonicenses 2:9] por lo que nos dicen que
debemos pagarle el 10% de nuestros ingresos y luego tener fe que Dios suplirá nuestras necesidades. Pero eso es equivalente a saltarse desde un precipicio,
esperando que Dios venga a nuestro rescate. Jesús dijo, "No tentarás al Señor tu Dios." Mateo 4:7. Si tenemos el dinero para pagar nuestras deudas
en nuestras manos, entonces no es cuestión de fe, porque Dios ya ha provisto para nuestras
necesidades. No podemos entregar nuestro
dinero a un avaro y luego esperar que Dios nos dé más dinero. Así no funciona la fe.
A todos los cargados por el diezmo, Dios dice en 2da Corintios 9:7, "Cada uno dé como
propuso en su corazón… no por necesidad." Cuando en vez de cubrir tus necesidades, le
entregas 10% de tu ingreso a la persona equivocada,
sólo aumentas las necesidades de la iglesia. La palabra de Dios es clara en esto, "No
debáis nada a nadie." Romanos
13:8a.
Esto aparte, aquí está mi testimonio sobre el diezmo...
Fui criado en el sur del Bronx. Mis
padres eran inmigrantes. Mi padre
trabajaba en una fábrica, y mi madre era ama de casa con diez niños,
y yo era uno de los de en medio. A pesar
de la ayuda gubernamental que recibíamos, hubo días en que nuestra alimentación
consistía en harina de avena porque eso era lo único que podíamos comprar. Cuando yo era pequeño, algunos consideraban que
el sur del Bronx era el lugar más pobre en Norte América. Comencé a trabajar a los 8 años de edad. Y a los 16 ya vivía aparte. Esta es la porción agobiante de mi
testimonio. Yo fui criado en la pobreza.
Avancemos al día de hoy. Ahora, no
voy a decirles que edad tengo, pero les diré que tengo más de 50 años de edad. Y no sólo que no diezmo, pero llevo años enseñándole a miles de
cristianos alrededor del mundo que no tienen que diezmar. Aclaremos este asunto. Los ministros amantes del dinero dicen que si no le pagamos el
diezmo seremos, "malditos con maldición." Y aquí estoy audazmente enseñándole
a millones que no diezmen y yo no diezmo. Por lo tanto, si lo qué los amantes del dinero
dicen es verdad, entonces de todas las personas en este mundo yo sería el más
maldito. Si las palabras "malditos
con maldición" se aplicaran a los cristianos y a sus ingresos, yo debería
estar en bancarrota.
Sin embargo, Dios ha suplido todas mis necesidades. No le debo nada a nadie. Mi esposa y mis hijos no carecen de nada. Ya pronto cumpliremos dos décadas de ser una familia con un solo sueldo.
Jamás hemos contado con el apoyo de
amigos o familiares. No tenemos mamá ni
papá a dónde acudir en tiempos de necesidad. No utilizamos crédito. Nuestras facturas son pagadas a tiempo. Nunca hemos recibido
aviso por falta de pago. Todas nuestras
necesidades están cubiertas, y tenemos fondos de sobra. Estamos contando nuestras bendiciones. “¡Mi copa está rebosando!” Salmo 23:5.
Por tanto, ahora yo les pregunto, ¿cómo podemos explicar mis bendiciones financieras a la luz de mis acciones en contra
del diezmo en efectivo?
Mi éxito financiero comprueba que el diezmo en efectivo es una estafa
creada por ministros amantes del dinero para robarles el ingreso a los
hijos de Dios.
A diferencia de los amantes del dinero, yo no tengo nada que ganar o perder
con decirles la verdad. Ellos, a lo
contrario, quieren ocultarles la verdad porque quieren su dinero.
Pero yo he predicado el Evangelio de mi
Señor Jesucristo gratuitamente desde los 15 años de edad.
Millones de cristianos son engañados con la mentira del diezmo en efectivo. “El reino de los cielos sufre violencia, y los
que usan la fuerza pretenden acabar con él.” Mateo 11:12b (DHH). Los ministros amantes del dinero aman su dinero; no a usted. Es por eso que se molestan al ver videos que revelan sus fraudes.
“Por lo cual, Salid de en medio de
ellos, y apartaos, dice el Señor.” 2da
Corintios 6:17a.
Dé un paso de fe. Atrévase a confiar
en la palabra escrita de Dios,
y la palabra de la verdad os hará libre.
Si el espíritu de Dios ha tocado su corazón a través de este testimonio,
por favor compártalo con los demás. Para
que otros puedan ser libertados.
Gracias por escuchar. Hasta la próxima,
Dios le bendiga.