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Este blog es para ayudar a los Cristianos que saben que no deben pagar por su Salvación pero se sienten confundidos por la mentira de un diezmo en efectivo. Es ridídulo asumir que un novio le va a pedir 10% del ingreso a su prometida. De igual manera Jesús (El Novio) JAMÁS ha pedido que Su Iglesia (La Novia) le pagara un diezmo en efectivo. No existe manera de merecer el amor de Dios sin embargo El nos ama. Tal amor es incomprensible. Solo resta humillarnos y rendirnos a El sin pretexto alguno.

domingo, 7 de octubre de 2018

Cómo Financiar la Iglesia


Vea este mensaje en YouTube https://youtu.be/6uRrasepBiY

Cómo Financiar la Iglesia



Hola, soy el Reverendo Ortiz, y este es el estudio: Cómo Financiar la Iglesia.

A través de los años, miles de ustedes han visto mis estudios y han aprendido que el diezmo de Dios no tiene nada que ver con nuestro ingreso.  A la luz de este hecho, algunos de ustedes han expresado preocupación sobre cómo financiar la iglesia.  Por tanto, con la ayuda de mi título en contabilidad, he preparado este estudio para contestar sus preguntas.

Pero antes de comenzar, quiero que quede claro que Jesús jamás uso la palabra iglesia para referirse a un edificio.  El sólo usó la palabra iglesia para referirse a nosotros, sus seguidores.  Nosotros somos los que hemos cambiado el significado de la palabra iglesia para que también se refiera a edificios.  Pero si tener un edificio fuera una necesidad para la iglesia, entonces Jesús habría construido un edificio para su iglesia, ya que Jesús era carpintero.  A pesar de tener esta habilidad, Jesús no construyó un edificio para su iglesia.  Tampoco nos mandó a construir edificios.  Por el contrario, cuando le mencionaron los edificios del Templo, Jesús contestó, “no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.” Mateo 24:2b.  Y cuando Pedro dijo, “hagamos tres enramadas...” (Marcos 9:5) Jesús lo ignoró.

Jesús sabía que, si tener edificios fuera un requisito para la iglesia, entonces los hijos de Dios serían sobrecargados por los gastos necesarios para comprar y mantener edificios.  Además de esto, Jesús también conocía que nosotros comenzaríamos a acumular tesoros arquitectónicos, aquí en la tierra.  Lamentablemente, nosotros hemos pasado por alto esta lección, y al igual que Marta nos encontramos “afanados y turbados con muchas cosas.  Pero sólo una cosa es necesaria”—la palabra de Dios. (Lucas 10:41-42a)

La verdad es que Dios jamás nos pidió edificios para su iglesia.  La única estructura que Dios pidió fue el tabernáculo portátil, también conocido como la tienda de reunión.  Aparte de la sagrada tienda portátil, los israelitas fueron instruidos a adorar a Dios en sus casas al inicio de cada día de reposo.  La idea de tener un templo vino del Rey David—no de Dios.  Fueron los judíos los que querían un templo y fueron los judíos los que más tarde construyeron sinagogas por su propia voluntad.

Ahora, aunque Jesús no estableció edificios para su iglesia, yo sí creo que de la misma manera en que Dios aceptó la idea de un templo y de sinagogas, Jesús también está de acuerdo con nuestra idea de tener edificios para su iglesia.  Dicho esto, aquí les presento cinco métodos sencillos para financiar la iglesia sin tener que unirse a las mentiras de un diezmo en efectivo.

Primero tenemos el método de las sinagogas.  Los judíos tienen una extensa relación con el Todopoderoso, más extensa que cualquier otra raza sobre la tierra y NO diezman sus ingresos.  Por lo tanto, si lo que ellos hacen ha mantenido a las sinagogas abiertas durante miles de años, entonces a nosotros también nos funcionará.  Eclesiastés 5:4-7 habla de las promesas hechas para financiar las sinagogas.  Al inicio de cada año, los que están dispuestos y son capaces, hacen promesas de voluntad propia para financiar su sinagoga.  Además de promesas, los judíos también recogen ofrendas.  En Lucas 21:1-4 Jesús observó que la viuda dio más.  Esto nos deja saber que las ofrendas judías también son de voluntad propia.  Estas dos fuentes de ingresos mantienen las sinagogas alrededor del mundo.

A continuación, tenemos el método de iglesias en casa.  Este es el mismo método utilizado por la iglesia apostólica/primitiva.  Como su nombre indica, estos creyentes adoraban a Dios en sus casas.  La Biblia no hace mención de que hubiera algún interés por adquirir edificios para la iglesia.  Por lo tanto, los primeros cristianos estaban conformes con adorar a Dios en sus hogares.  Según 1ra de Corintios 16:2, en el primer día de cada semana se recolecta una ofrenda de voluntad propia.  Y con eso, estos creyentes han hecho desaparecer los gastos de obtener y mantener un edificio, y ahora pueden dirigir sus ofrendas de amor a las necesidades de los pobres.

El tercer método de financiamiento es el método de los Amish.  Los Amish no diezman, ni recogen ofrendas semanales.  En cambio, dan limosnas dos veces al año y dan de buena voluntad cada vez que surge una necesidad.  Ahora bien, por más que busquemos, no vamos a encontrar que los Amish tengan edificios para sus iglesias.  Esto es porque nuestros hermanos y hermanas Amish han estado adorando a Dios en sus casas durante cientos de años.  Pero en lugar de tener una sola casa para celebrar sus cultos, usan todas las casas en sus comunidades.  Cada semana, asignan una casa distinta para que sirva de iglesia.  De esta manera las tareas de preparación y limpieza son compartidas por todos.

Esto nos lleva al cuarto sistema de financiamiento el cual yo llamo el Método de Transparencia Cristiana.  En este método, todos los gastos son presentados a la congregación para ser aprobados e incluso se vota sobre ellos si es necesario.  Entonces simplemente tomamos el total de gastos mensuales, menos las ofrendas semanales y le dejamos saber a la congregación la cantidad necesaria para mantener el edificio de la iglesia.  El método de transparencia cristiana funciona, porque cuando a los cristianos se les permite ver las necesidades de su iglesia, ellos dan.  El único obstáculo que este método tiene es que los pastores, amantes del dinero, no desean que la congregación conozca en qué se consume el dinero que ellos, tan arduamente, trabajan.

Mi último método de financiamiento es una combinación de cualquiera de estos cuatro métodos.  No deberíamos limitarnos a sólo uno de estos métodos.  Como cristianos debemos utilizar todas las herramientas disponibles para promover el Evangelio.  Lo que no debemos hacer es mentir acerca del diezmo.  Hacer las cosas malhechas por razones “benevolentes” (entre comillas) no funciona con Dios.  Recuerde, que Abraham intento ayudar al plan de Dios al tener un hijo con la esclava, y todos sabemos cómo terminó eso.

Mentir acerca de la palabra de Dios es un asunto muy serio.  Especialmente cuando los pastores están haciéndolo para estafar a los pobres en espíritu.  Aquellos que continúan la práctica moderna de hacer un fraude del diezmo divino, pronto descubrirán que “horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo.” Hebreos 10:31.

Si usted encuentra que este estudio es útil, por favor compártalo con los demás para que podamos financiar la iglesia.

Y recuerde que Dios le ama a usted, no a su dinero.

Gracias por escuchar.  Hasta la próxima, Dios le bendiga.