Hola, soy el
pastor Amós y este es el estudio; ¿Podrán los Salarios servir de Diezmo?
Malaquías 3:10 es
probablemente el versículo bíblico más mal citado de nuestros tiempos.
Aunque dice: “Traed
todos los diezmos al alfolí y haya alimento...” (por lo que establece
que el diezmo de Dios es de alimento), los amantes del dinero fervientemente
afirman que cuando Dios dijo “alimento” lo que realmente quiso decir fue “dinero.”
Algunos amantes
del dinero incluso afirman que la gente no trabajaba por dinero durante los
tiempos bíblicos. Según estos pastores,
a los trabajadores se les pagaba con comida, porque según ellos, los salarios
no existían cuando Dios dijo: “que haya alimento.”
Pero fíjense, no
tenemos que ir muy lejos para aprender que los salarios existían cuando Dios
dijo, “que haya alimento” porque los salarios se mencionan en Malaquías
capítulo 3. Así es, la palabra salario y
la palabra diezmo, ambas se encuentran en Malaquías capítulo 3.
En el versículo
5, el Señor habla de un juicio venidero contra, “los que defraudan en su salario
al jornalero.” Tenga en cuenta que no
dice, los que defraudan en su alimento al jornalero, porque a los trabajadores no
se les pagaba con comida. Ellos ganaban sus
salarios.
Al mencionar los
salarios laborales en el versículo 5 y el diezmo de alimentos en el versículo
10, Dios ha hecho una distinción entre los salarios de trabajo y el diezmo de
alimentos. Y al hacerlo, Él ha separado
el ingreso laboral de los diezmos.
Hay otro capítulo
en la Biblia con una estructura similar en el que Dios hace una distinción
entre el dinero y el diezmo. Nehemías
capítulo 10; en el versículo 32 Dios habla de dinero (conocido como siclos) para
la obra del Templo, luego en el versículo 37 Dios habla de un diezmo de la
tierra.
Incluso hay un
tercer capítulo en la Biblia en el que Dios hace una distinción entre monedas
de plata (o siclos de plata) y el diezmo comestible. Levítico capítulo 27; en el versículo 3 Dios
habla de evaluar los votos con siclos de plata; luego, en el versículo 30, Él
habla de un diezmo de simientes y frutos.
Increíblemente,
hay más capítulos como estos en la Biblia, pero por ahora estos servirán.
Hasta ahora,
hemos visto un capítulo en el que Dios separa los salarios de los diezmos; un
capítulo en el que Dios separa el dinero de los diezmos; y un capítulo en el
que Dios separa las monedas de plata de los diezmos. Sin embargo, para mejor aclarar las cosas,
demos a los amantes del dinero el beneficio de buena fe por medio de la
siguiente pregunta:
Bueno, viniendo
de un Dios Omnisciente, ese tipo de descuido sería una contradicción de gran
magnitud. Eso sería el equivalente a
decir que nuestro Dios Omnisciente ha sufrido un lapso de memoria omnisciente.
El Dios que dijo:
“el obrero es digno de su salario,” nunca diría que le hemos robado lo que ya declaró
ser dignamente nuestro.
Un componente
clave de nuestro pago es el mérito.
Cuando el Señor dice que "la paga del pecado es muerte", quiere
decir que el pecado nos hace merecer la muerte.
Este principio de mérito también es cierto de nuestro pago de trabajo. Merecemos nuestro pago. Dios nunca pediría o exigiría un porcentaje
del pago que nosotros merecemos. Hacer
eso abriría la puerta para que hombres malvados merezcan la salvación (o a lo menos
un porcentaje de la salvación). Y eso
sería desventajoso para nuestra doctrina de la Salvación por Gracia.
Querido hermano,
Dios dice que, si usted es un obrero, entonces se merece el dinero que
gana. Es suyo. Yo he leído la Biblia de principio a fin
muchas veces y no he encontrado un solo versículo donde Dios nos exija pagar
diezmos de nuestros ingresos.
Si estás luchando
para pagar tus cuentas y estás siendo presionado a pagar el 10% de tus ingresos
a la iglesia local, es hora de dejar a un lado esa carga del diezmo. La idea de un diezmo en efectivo no vino de
Dios. Es por eso por lo que se te hace tan
difícil llevar esa carga.
Mientras que los
amantes del dinero atan cargas pesadas sobre ti (las cuales ellos ni con un
dedo las mueven) Dios quiere hacer lo contrario. Él está diciendo: “Venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11:28.
Haz como en la
historia del Progreso del Peregrino.
Preséntate ante el Señor y en el nombre de Jesús, permítele librarte de
esa carga de culpabilidad que estás llevando.
Es como nuestra
hermana Elvina M. Hall escribió en uno de los mejores himnos jamás escritos, “Jesús
todo pagó.”
Gracias por
escuchar. Hasta la próxima vez, por
favor tenga en cuenta que Dios le ama a usted, no a su dinero. Que Dios los bendiga.