Hebreos 7:1-4, “Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aún Abraham el patriarca dio diezmos del botín.”
Hemos aprendido en Malaquías 3 y Deuteronomio 14 que el diezmo establecido por Dios era (entre otras cosas):
- Un requerimiento de la Ley Mosaica
- Cien porciento comestible
- Era del producto de la Tierra Prometida
- Requería ser dueño de tierra
- Era para la expiación de pecados
- Promovía la Paz
Abraham era un hombre muy rico antes de su encuentro con Melquisedec. Génesis 13:2, “Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.”
Siendo así… ¿Por qué Melquisedec no le dice, ‘apreciado Abraham, estos diezmos del botín están bien, pero y el diezmo de tus riquezas?’
Respuesta: Porque el diezmo de Abraham era de su propia voluntad. No era por obligación como se está haciendo en las Iglesias de hoy. Abraham no le robó a Dios por no haber diezmado de sus riquezas.
El ejemplo de Abraham nos indica que no tenemos que diezmar de nuestras riquezas ni del ingreso. A menos que vayamos a la guerra (lo cual no recomiendo ya que somos llamados a paz) y ganemos, podemos diezmar el botín como lo hizo Abraham.
Repito, no vamos a enviar nuestros hermanos a guerrear para que obtengan botín y diezmen.
Colosenses 3:15a, “La paz de Dios gobierne en vuestros corazones.”
1ra Corintios 7:15b, “A paz nos llamó Dios.”
Algunos dirán; Pero Abraham era un hombre de fe y nosotros sus hijos por la fe, Romanos 4:16, “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.”
Entonces, ¿no debemos diezmar por fe? No, porque Abraham no utilizó fe para diezmar. Ya él había obtenido la victoria. No era un asunto de fe. Era un asunto de voluntad propia y agradecimiento.
Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
El diezmo nunca fue hecho por fe. Los Israelitas primero obtenían la cosecha y luego diezmaban.
Si tienes dinero a tu disposición no puede ser un asunto de fe porque lo estás viendo. No necesitas entregárselo a la Iglesia para obtener fe.
Lo que en verdad necesitas hacer con tu dinero es cuidar de tu familia. Es más, si usted no utiliza su dinero para cuidar de su familia primero, le está faltando la fe. 1ra Timoteo 5:8, “Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”
1 comentario:
muy bien la explicación estoy de acuerdo
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