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Este blog es para ayudar a los Cristianos que saben que no deben pagar por su Salvación pero se sienten confundidos por la mentira de un diezmo en efectivo. Es ridídulo asumir que un novio le va a pedir 10% del ingreso a su prometida. De igual manera Jesús (El Novio) JAMÁS ha pedido que Su Iglesia (La Novia) le pagara un diezmo en efectivo. No existe manera de merecer el amor de Dios sin embargo El nos ama. Tal amor es incomprensible. Solo resta humillarnos y rendirnos a El sin pretexto alguno.

domingo, 6 de octubre de 2013

La Razón de Vivir, página tres.


  Ha pensado Usted en el significado de la escritura, “¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?” 1ra Corintios 6:3a.  Los ángeles caídos han acusado a Dios de iniquidad.  Los ángeles de Dios no pueden juzgar a los ángeles caídos sin crear un conflicto de interés.  (Todos tendemos a proteger a nuestros semejantes.)  Aun más, los ángeles de Dios no pueden decir que han sufrido por creer (tener fe) en un Dios que nunca han visto.  Ni pueden comunicarnos el Evangelio sin arruinar nuestra fe, la cual es necesaria para que un día podamos juzgar a los ángeles.  En otras palabras, si aceptamos a Dios porque hemos visto y escuchado a Sus ángeles, entonces no es por fe que le creemos y sin fe perdemos nuestro valor estratégico en el juicio de los ángeles caídos.  Esta es una de las razones porque dice, “sin fe es imposible agradar a Dios.” Hebreos 11:6a.  Sí, existen muchos ejemplos bíblicos en que los seres celestiales actúan a nuestro favor.  La clave para saber si los seres celestiales de Dios pueden interactuar con nosotros o no, se basa en que, si es estratégicamente justificable para el propósito de mostrar la Virtud Divina, por lo cual fuimos creados.  En otras palabras, ¿cómo se percibirá la interacción en el Dia del Juicio?  ¿Ayudará a nuestra causa?  ¿Es totalmente necesaria y justa a todos los seres involucrados?

  Veámoslo de esta manera: los ángeles insubordinados acusaron a Dios de perversidad y crearon un disturbio de proporción universal que ha continuado por una eternidad (a la perspectiva humana); pero al fin, ¡he aquí! al escenario del juicio entra el ser humano.  Una entidad que jamás vio el rostro de Dios o escuchó Su voz audible, sin embargo, puede quitar toda duda sobre la Justicia de Dios porque teniendo la autoridad para hacer lo que le placiera, voluntariamente rindió su libre albedrío y aceptó la soberanía de Dios como justa y recta.  Y todo esto en mera fe.

  ¡Estos somos nosotros!  Usted y Yo nos levantaremos en el juicio contra los ángeles diciendo más o menos esto, “Dios es justo, pues yo jamás vi u oí las maravillas que ustedes ángeles caídos han disfrutado, aun así, no dudé en que hay un Dios y puse mi fe en El. Sufrí dolor y sinsabores por mi fe en Dios. A veces arriesgué perder mi salvación, pero al fin mantuve la fe y aquí estoy. Por tanto, no tienes excusa por tu traición.” Entonces Dios le dirá, “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” Mateo 25:41b Esta es una de las razones por la cual estamos en medio de esta feroz guerra espiritual, porque vamos a juzgar a los ángeles.

  Se ha preguntado alguna vez, ¿Qué le pasa al diablo?  O sea, ¿cuál es su problema?  ¿Qué tiene el que ganar o perder si unos simples del pueblo se salvan o no?  Sí, es verdad (como han dicho muchos predicadores) que Satán actúa así porque quiere tener compañía en el infierno.  Pero además de esto el diablo tiene que asegurarse que estos cristianos sencillos no permanezcan en la fe porque estos van a desenmascarar al diablo mentiroso y sellar el destino de incontables ángeles caídos.  Aquí está la razón de vivir: ¡Por medio de Jesús, hemos llegado a ser la evidencia viva de la justicia de Dios!  Véalo en 2da Tesalonicenses 1:5, “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.”  Por esto es necesario que seamos, “sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” 1ra Pedro 5:8

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