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Este blog es para ayudar a los Cristianos que saben que no deben pagar por su Salvación pero se sienten confundidos por la mentira de un diezmo en efectivo. Es ridídulo asumir que un novio le va a pedir 10% del ingreso a su prometida. De igual manera Jesús (El Novio) JAMÁS ha pedido que Su Iglesia (La Novia) le pagara un diezmo en efectivo. No existe manera de merecer el amor de Dios sin embargo El nos ama. Tal amor es incomprensible. Solo resta humillarnos y rendirnos a El sin pretexto alguno.

domingo, 6 de octubre de 2013

La Razón de Vivir, página ocho.

  Para demostrar lo justo que son Sus leyes, Dios creó al hombre.  Luego escogió un pueblo entre los hombres y comenzó Su teocracia terrenal para darnos prueba positiva de los beneficios que Sus leyes les imparten a todos los seres creados.  La teocracia terrenal no duro mucho tiempo, pero los beneficios derivados y recibidos por hombres, que poniendo a un lado su libre albedrio aplican las leyes celestiales, son evidentes a todos nosotros aquí en la tierra y en el Cielo.  Lo cierto es que cada vez que una autoridad de gobierno humano crea una ley, la cual limitará la libertad que tienen sus ciudadanos, ese cuerpo gubernamental está apoyando el plan divino de leyes y limitaciones y lo hace así porque la imagen de Dios está en el ser humano.  Por esto es que está escrito en Romanos 13:1; “Todos debemos someternos a las autoridades, pues no hay autoridad que no venga de Dios. Las autoridades que hay han sido establecidas por Dios.”
  Los seres humanos también somos la evidencia en vivo de lo que ocurre cuando no hay ley o las leyes existentes son injustas.  Las atrocidades horrorosas que han resultado en sociedades remotas y cerradas debido a su falta de un gobierno con leyes justas, son la evidencia de lo que pasa cuando falta la virtud divina.  Aun en casos de abuso de menores tenemos le evidencia en vivo de los resultados de actuar fuera de los límites de la ley y esta evidencia será presentada a los ángeles caídos en el día del juicio.  Por esto está escrito en Mateo 12:36-37, “Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado.  Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado.”  Por tanto, si nuestras palabras “ociosas” serán usadas para vindicarnos o condenarnos, entonces no debe quedar duda de que nuestras acciones tendrán gran peso en la Corte Divina.  Nuestras vidas no son para vivirlas y luego desaparecer de la existencia como si el cuerpo físico fuera todo lo que hay.
  Los dejo con esto; ¿se ha preguntado cómo es que vamos a exaltar y alabar a Dios “por siempre y siempre”? [Salmos 145:1-2].  ¿No será esto un poco excesivo?  ¿Será que el Altísimo necesita ser asegurado (por medio de nuestras continuas alabanzas) de Su grandeza todos los días, por toda la eternidad?  Esto no será para el bien de Dios, sino para el bien nuestro.  Así como el juramento de lealtad de los Estados Unidos fue desarrollado con la intención de unificar a la nación después de la guerra civil; las alabanzas eternas son para evitar otra rebelión celestial.  Esta adoración eternal es para que constantemente estemos consientes de la autoridad de Dios sobre nosotros y sirve de recordatorio que los miembros salvos de la humanidad voluntariamente y de buena gana juraron lealtad al Todopoderoso porque encontraron que Él es Santo y digno de la posición que ejerce.
  Por esto es que algunos tales llamados ‘buena gente’ no se les permitirá entrar al cielo.  Algunos piensan que un Dios Bueno nunca autorizaría que gente ‘buena’ pase la eternidad en el Lago de Fuego.  Ellos creen que si nunca han roto ley alguna o echo daño a otro (sin tomar en cuenta lo increíble que esto seria, vea Marcos 10:18 y Lucas 18:19) entonces se han ganado el derecho al Cielo y no existe razón por negársele la entrada al Reino.  Están gravemente errados, porque al menos que acepten el plan de Dios ahora (en esta vida) no se les permitirá la entrada al Cielo, porque si a estas personas ‘buenas’ se les permite entrar al Reino bajo sus propios méritos, será sólo cuestión de tiempo hasta que comience otro alboroto.  Será un asunto de cuándo es que van a comenzar a murmurar contra Dios y Su autoridad sobre ellos y cuando entremos en cuenta ya habrá otra rebelión celestial; esta vez comenzada por ‘gente buena’.  Por esto es que se les negará la entrada.  Por eso está escrito, “En ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.” Hechos 4:12.
  Para concluir, ¿le gustaría hacer temblar el Cielo?  Entonces en su hora más oscura proclame la soberanía de Dios.  Declare su fe sin importar lo amargo que estén las cosas. Su fe es un testimonio predicado al mundo que atrae a otros al cristianismo y a la labor de un día juzgar ángeles.  Y esto hace que los ángeles insubordinados tiemblen.  Por esto está escrito en 1ra Pedro 1:12b, “Éstas son cosas que aun los ángeles quisieran contemplar.”


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