Ha pensado Usted en el significado de la escritura,
“¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?” 1ra
Corintios 6:3a. Los ángeles caídos han acusado a Dios de iniquidad.
Los ángeles de Dios no pueden juzgar a los ángeles caídos sin crear un
conflicto de interés. (Todos tendemos a proteger a nuestros
semejantes.) Aun más, los ángeles de Dios no pueden decir que han sufrido
por creer (tener fe) en un Dios que nunca han visto. Ni pueden
comunicarnos el Evangelio sin arruinar nuestra fe, la cual es necesaria para
que un día podamos juzgar a los ángeles. En otras palabras, si aceptamos
a Dios porque hemos visto y escuchado a Sus ángeles, entonces no es por fe que
le creemos y sin fe perdemos nuestro valor estratégico en el juicio de los
ángeles caídos. Esta es una de las razones porque dice, “sin fe es
imposible agradar a Dios.” Hebreos 11:6a. Sí, existen muchos ejemplos
bíblicos en que los seres celestiales actúan a nuestro favor. La clave
para saber si los seres celestiales de Dios pueden interactuar con nosotros o
no, se basa en que, si es estratégicamente justificable para el propósito de
mostrar la Virtud Divina, por lo cual fuimos creados. En otras palabras,
¿cómo se percibirá la interacción en el Dia del Juicio? ¿Ayudará a
nuestra causa? ¿Es totalmente necesaria y justa a todos los seres
involucrados?
Veámoslo de esta manera: los ángeles
insubordinados acusaron a Dios de perversidad y crearon un disturbio de
proporción universal que ha continuado por una eternidad (a la perspectiva
humana); pero al fin, ¡he aquí! al escenario del juicio entra el ser
humano. Una entidad que jamás vio el rostro de Dios o escuchó Su voz
audible, sin embargo, puede quitar toda duda sobre la Justicia de Dios porque
teniendo la autoridad para hacer lo que le placiera, voluntariamente rindió su
libre albedrío y aceptó la soberanía de Dios como justa y recta. Y todo
esto en mera fe.
¡Estos somos nosotros! Usted y Yo nos
levantaremos en el juicio contra los ángeles diciendo más o menos esto, “Dios
es justo, pues yo jamás vi u oí las maravillas que ustedes ángeles caídos han
disfrutado, aun así, no dudé en que hay un Dios y puse mi fe en El.
Sufrí dolor y sinsabores por mi fe en Dios. A veces arriesgué perder mi
salvación, pero al fin mantuve la fe y aquí estoy. Por tanto, no tienes excusa
por tu traición.” Entonces Dios le dirá, “Apartaos de mí, malditos, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” Mateo 25:41b Esta es una de
las razones por la cual estamos en medio de esta feroz guerra espiritual,
porque vamos a juzgar a los ángeles.
Se ha preguntado alguna vez, ¿Qué le pasa al
diablo? O sea, ¿cuál es su problema? ¿Qué tiene el que ganar o
perder si unos simples del pueblo se salvan o no? Sí, es verdad (como han
dicho muchos predicadores) que Satán actúa así porque quiere tener compañía en
el infierno. Pero además de esto el diablo tiene que asegurarse que estos
cristianos sencillos no permanezcan en la fe porque estos van a desenmascarar
al diablo mentiroso y sellar el destino de incontables ángeles caídos.
Aquí está la razón de vivir: ¡Por medio de Jesús, hemos llegado a ser la
evidencia viva de la justicia de Dios! Véalo en 2da
Tesalonicenses 1:5, “Esto es demostración del justo juicio de Dios,
para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.”
Por esto es necesario que seamos, “sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar.” 1ra Pedro 5:8
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